„Entrevista con Nelson“ de Francisco Bagnara
Francisco Bagnara es bailarín chileno y director de danza contemporánea. Es particularmente activo en las iniciativas LAS DANZAS CALLE y LAS DANZAS DEL FUTURO, que se concentran en el intercambio con personas en el espacio público. En junio de este año ganó la convocatoria de DenkTanz.
DenkTanz es una iniciativa que el Goethe-Institut Chile y el CIM/AE-Centro de Investigación y Memoria de las Artes Escénicas realizan en conjunto desde 2013. El foco en este caso está en el proceso de creación y su realización con respecto a la danza y a su presencia en Chile. Este año se realizó una residencia de cinco semanas sobre el tema migración en NAVE, Centro de Creación y Residencia, en Santiago. A este respecto, la aspiración de los artistas fue crear posibilidades de encuentro y transmisión entre la danza y la migración, que están relacionadas a sus propias investigaciones artísticas. Francisco Bagnara ganó la convocatoria para la residencia de este año con la presentación de su idea de proyecto "ENTREVISTA CON NELSON".
Goethe-Institut: ¿A qué edad empezaste con la danza y cómo has llegado a ser intérprete de danza contemporánea?
Francisco Bagnara: Empecé a bailar a una edad temprana. Mi madre siempre creyó que yo algún día sería bailarín. Además de la danza, también me interesaba mucho la filosofía y quería profundizar mis conocimientos a través de estudios universitarios. El tiempo en la universidad y el estudio de la filosofía lo experimenté como un análisis puramente teórico del arte. Desafortunadamente, el sistema educativo chileno, en su forma actual, no ofrece oportunidades para estudios interdisciplinarios. Después de terminar mis estudios, volví a bailar y noté que tenía una perspectiva completamente nueva. La danza contemporánea retoma del mismo modo temas, problemáticas y preguntas actuales como conceptuales. Sin embargo, seguí estudiando filosofía y pedagogía y luego trabajé como profesor de filosofía, pero mi pasión por la danza fue mucho más fuerte. A la edad de 32 años, amplié mis conocimientos cursando estudios de artes escénicas. Así fue que hoy trabajo como director y bailarín de danza contemporánea.
Goethe-Institut: ¿Dónde encontraste las ideas para tus proyectos como LAS DANZAS CALLE, LAS COREOGRAFIAS y LAS DANZAS DEL FUTURO así como ENTREVISTA CON NELSON?
Francisco Bagnara: La perspectiva social de la vida siempre ha estado muy presente para mí, por lo que era un deseo personal retomar cuestiones políticas y sociales en mi trabajo. Muchas de nuestras ideas están afectadas por los acontecimientos en la Plaza de Armas. Aquí, se encuentran espacios distintos como la danza discursiva, la política y la migración, por mencionar solo tres de ellos. Esta plaza sirve como una plataforma para el diálogo y para la visualización de temas. Nuestro trabajo se basa en el proceso. Diferentes personas se juntan y cuestionan el futuro para contribuir a darle forma. La danza como punto de partida siempre está influenciada por factores externos, como los sonidos de la ciudad, las personas externas y sus reacciones, la luz y mucho más. Sólo necesitábamos nuestros cuerpos. Todo lo demás que hemos encontrado en la ciudad y lo que nos han ofrecido las calles, lo incluimos. Finalmente procesamos los resultados de nuestra escenificación audiovisual en un video.
Hemos dado el primer paso para conformar el futuro abriendo nuestros cursos de danza a todos, incluyendo también los que normalmente no tienen acceso al arte y a la danza. Aproximadamente 25 personas participan en nuestro proyecto. Bailarines y amigos son parte de nuestro grupo. Pero el tamaño del grupo también es parte del proceso dinámico. Durante el proyecto, llegan otras personas que incluimos también. Cualquier persona que quiera unirse será integrada y habrá una tarea para todos, aunque sea sólo encender y apagar la música. También es importante para nosotros que todos reciban un pequeño salario por su cooperación. Nos gusta trabajar en un grupo tan grande y nuestro sueño es bailar con un grupo hasta 2000 bailarines en la Plaza de Armas. Cuantos más bailarines seamos, más efectivos somos.
Goethe-Institut: ¿Cuándo entraste en contacto con inmigrantes por primera vez?
Francisco Bagnara: Entretanto, la globalización ha llegado aquí a Chile. Anteriormente, Chile estaba lejos de este "problema". Pero a pesar de que ahora vivimos en un Chile (más) globalizado, muchos chilenos todavía tienen prejuicios contra lo "incierto". Hemos establecido contacto con inmigrantes, especialmente con respecto a nuestro proyecto de baile en la Plaza de Armas. Muchas de nuestras reuniones y ensayos de baile tienen lugar aquí. La Plaza de Armas, como plaza central, es también el primer punto de contacto para los inmigrantes haitianos. También fueron ellos que estuvieron más interesados en nosotros y en los acontecimientos. Los haitianos han mostrado mucho más interés que los chilenos, haciendo preguntas e interactuando con nosotros.
Tu cuerpo en un entorno diferente es por sí estéticamente diferente del resto. Las diferencias de los cuerpos, del físico y del lenguaje son evidentes. Y en el baile, en el toque del otro, del cuerpo del otro, podemos conocernos. Estos toques, la unión, es poco en la vida cotidiana entre chilenos e inmigrantes. La aceptación y la integración progresan muy lentamente en Chile. Queremos disminuir barreras y límites y sobretodo presentarnos el uno al otro y conocer el cuerpo de la persona enfrente.
Goethe-Institut: ¿Cómo conociste a Nelson y cómo se desarrolló la colaboración?
Francisco Bagnara: Conocimos a Nelson Claude también en la Plaza de Armas. Nelson es un ciudadano haitiano y cantante de hip hop que vive en Chile desde hace un año y también forma parte del proyecto LAS DANZAS DEL FUTURO. De los haitianos fue él el que estuvo más en contacto con nosotros y se unió a nuestro grupo. Lo conocimos en febrero y desde ahí ha sido un encuentro, un intercambio de conocimientos y de cuerpos, un nexo entre los chilenos y haitianos.
Como parte del colectivo, primero fue responsable de encender y apagar la música. Después simplemente se unió a nosotros, bailó y cantó. De esta manera pasó de la tarea de encender la música a la danza. Todos se integran y consiguen un trabajo. Nelson estaba desempleado anteriormente y nuestro colectivo era una oportunidad para ganar al menos un poco de dinero. Hoy, trabajar en el colectivo es una de sus fuentes de trabajo principales.
Goethe-Institut: ¿Nos puedes contar más sobre el proyecto ENTREVISTA CON NELSON que realizaste en conjunto con NAVE?
Francisco Bagnara: Al momento de la convocatoria de DenkTanz ya teníamos una vaga idea. La tarea era crear una “Danza Migración”. En este contexto desarrollamos un proyeto chileno-haitiano. El proyecto LAS DANZAS DEL FUTURO ya había existido antes pero a través de la residencia de NAVE recibimos un apoyo económico y un espacio de ensayo. A partir de ese momento nos encontramos, bailamos y trabajamos todos los días con diferentes personas de nuestro colectivo. Quien estaba, estaba. La residencia ENTREVISTA CON NELSON es una investigación escénica sobre conceptos de comunicación que están basados en las experiencias del proyecto LAS DANZAS DEL FUTURO y en las relaciones que establecemos con los inmigrantes en la Plaza de Armas. Imaginamos una entrevista coreográfica como instrumento de investigación espontáneo que se libera de las palabras y del sentimiento de pertenencia a un lugar y que entiende el cuerpo como un territorio humano real.
Mientras una entrevista consiste normalmente en preguntas y respuestas verbales o escritas, con esta práctica se intenta interrogar al otro y presentar a sí mismo a través de la danza. Los artistas se someten a las diferentes etapas del acto comunicativo para intercambiar informaciones entre varios participantes. La completa comunicación se realiza a través de la danza. Una comunicación a través de los cuerpos para conocer el cuerpo. Así surgen nuestros diálogos.
Goethe-Institut: ¿Estás satisfecho con el proceso? ¿Hay algo que harías de manera diferente la próxima vez?
Francisco Bagnara: Estoy muy satisfecho con el apoyo que recibimos de NAVE y con el desarrollo de todo el grupo. Llegamos a un punto distinto de lo que pensabamos antes pero la idea del proyecto, como también el contenido y el tema de problematizar algunos hechos en Chile fueron los mismos. Siempre es muy difícil predecir el resultado al inicio de un proceso. Uno tiene sospechas que después se confirman o no. A través de esta colaboración intensiva desarrollamos nuevos códigos de comunicación y de colaboración. Como no siempre estuvieron todos, cada vez estaban en el centro de atención bailarines diferentes.
Lo que haría de manera diferente la próxima vez es ofrecer desde el comienzo un ejercicio para conocer las relaciones entre los componentes del grupo porque algunas personas tienen problemas con este tipo de dinámica de grupo.
Goethe-Institut: ¿En qué estás trabajando en este momento? Cuáles son tus proyectos en el futuro? ¿Tendrán algo que ver con el tema de la inmigración?
Francisco Bagnara: Sigo trabajando en el proyecto LAS DANZAS DEL FUTURO y me gustaría continuar el proyecto con Nelson y hacer una obra de teatro de este trabajo. Queremos representarla el año que viene. Este momento es importante para el futuro de Chile y sus inmigrantes. Nuestras comunicaciones son siempre una especie de entrevista, de intercambio entre diferentes naciones, de palabras, costumbres, danzas y cuerpos y un diálogo sobre los cambios inminentes de nuestra sociedad. Y este cruce de nuestros cuerpos es el futuro.