El cómic independiente alemán
Una corriente colorida
La internet no les es suficiente: los dibujantes alemanes independientes publican cada vez más seguido sus obras como libros y cuadernos impresos profesionalmente – por cuenta propia o con editoriales muy pequeñas.
Este viajero no conoce fronteras. También puede anular las leyes de la física, la geografía y la lógica narrativa sin ningún esfuerzo. Als ich mal auf hoher See verschollen war (La vez que estuve desaparecido mar adentro) ies una aventura de cómic surrealista, en la cual el dibujante leipsiense Maximilian Hillerzeder envía a su alter ego de papel a un viaje salvaje. Este incluye monstruos marinos que escupen lava, saltos extremos en espacio y tiempo, seres de piedra y ásperas astucias. Recientemente, el entretenido libro de sesenta páginas se publicó en ocasión del salón del cómic de Erlangen, el evento más importante de la escena, que se organiza cada dos años. Al igual que docenas de otras publicaciones dibujadas profesionalmente e impresas en alta calidad, hechas por dibujantes alemanes y que tienen algo en común: han sido publicadas por los propios artistas o por editoriales con las cuales estos tienen un contacto estrecho. El cómic impreso independiente alemán vive actualmente un auge no visto en mucho tiempo.
La mayoría de las publicaciones se buscan en vano en el comercio del libro tradicional
En la internet, donde una publicación cuesta prácticamente nada y los dibujos pueden ser subidos en segundos, se observaba dicha tendencia desde hace algún tiempo. Ahora, la corriente continúa en el mundo análogo. “Esto también se debe a que hay una cantidad enorme de gente talentosa en la web, que en los últimos años se han dado cuenta, de lo fácil que es publicar y hacerlo llegar al público también en papel“, dice Joerg Fassbender, traductor en Colonia y propietario de la tienda de webcomics „Kwimbi“. Su empresa fundada en el 2011 se especializa en la venta de comics producidos por dibujantes y pequeñas editoriales, que aparecen en tirajes de tres o cuatro cifras y que son difíciles de encontrar en el mercado del libro tradicional. Fassbender también actúa como editor de vez en cuando, como con el libro de Hillerzeder.Libres de correctores y de restricciones económicas
Esto conlleva entre otras cosas, que los dibujantes busquen otros métodos de distribución, como a través de “Kwimbi”, dice Veronika Mischitz. La dibujante vive en el área de Stuttgart y hace poco publicó la colección de relatos cortos „Kwimbi“, en la cual tematiza entre otras cosas su embarazo y maternidad. Mischitz ofrece además cómics sobre ciencia, que dibuja para la Sociedad Helmholtz. “Se ha vuelto mucho más accesible mandar a producir un tiraje propio de buena calidad“, dice. Los dibujantes pueden experimentar, paralelamente a los programas editoriales, libres de correctores y de restricciones económicas.La recién fundada federación de dibujantes „Comicsolidarity“, que organiza actividades conjuntas, pertenece también a las nuevas redes. Al igual que publicaciones colectivas como la antología Jazam!, la cual edita una vez al año historias cortas de muchos dibujantes independientes y cuyo noveno volumen se presentó hace poco. Uno de los editores es el dibujante Adrian vom Baur, cuya tira de internet Hipsters versus ... cargada de ironía y de humor complejo, también fue presentada como libro hace poco.