Literatura alemana negra
Hacer las preguntas correctas
![Sharon Dodua Otoo en la entrega del Premio Ingeborg Bachmann de 2016. Sharon Dodua Otoo en la entrega del Premio Ingeborg Bachmann de 2016.](/resources/files/jpg1141/sharon-dodua-otoo-bei-der-auszeichnung-des-ingeborg-bachmann-preises-2016_qd2016-formatkey-jpg-w320m.jpg)
En la Alemania multicultural ser negro debería formar parte de la normalidad. Sin embargo, muchas personas todavía deben enfrentarse a la discriminación cotidiana e incluso a un racismo indisimulado. Sus historias se reflejan cada vez más en la literatura alemana.
De Michael Götting
Un discurso sobre arte negro y contra el racismo pudo escucharse en 2020 en las Jornadas de Literatura en Lengua Alemana, en las que todos los años se concede el Premio Ingeborg Bachmann a un destacado texto en prosa. El discurso lo pronunció la galardonada de 2016, la escritora Sharon Dodua Otoo y, así, por primera vez una escritora negra.
Desde la distinción de Otoo en 2016, la literatura alemana ha podido registrar toda una serie de éxitos alcanzados por personas negras. Ahora algunas de sus novelas aparecen en grandes editoriales y alcanzan a un público amplio. También el debut de Olivia Wenzel 1000 serpentinen angst (100 serpentinas de miedo), nominado al Premio del Libro Alemán en 2020, y la novela Brüder (Hermanos) de Jackie Thomae recibieron gran atención. Los rankings de la revista Der Spiegel incluyeron e incluyen obras de autores alemanes negros: la autobiografía de Florence Brokowski-Shekete Mist, die versteht mich ja! Aus dem Leben einer Schwarzen Deutschen (¡Maldición, ella me entiende!), Exit Racism – Rassismuskritisch denken lernen (Exit Racism: aprender a pensar en clave crítica del racismo) de Tupoka Ogette, Was weiße Menschen nicht über Rassismus hören wollen, aber wissen sollten (Lo que las personas blancas no quieren oír pero tienen que saber sobre el racismo) de Alice Haster y, por último, Adas Raum (El cuarto de Ada) de Sharon Dodua Otoo.
¿De dónde es usted?
Por ejemplo, a través del renacimiento de Ada, la protagonista, Adas Raum combina la época del colonialismo incipiente de finales del siglo XV con la Berlín del siglo XXI. Como ya ocurría en su narración breve que obtuvo el Premio Bachmann, también en Adas Raum Otoo convierte a los objetos en narradores con todos los derechos. Por su parte, Olivia Wenzel elabora de modo dialógico la vida de la narradora en primera persona, que crece en Alemania Oriental y se socializa en el país reunificado de los años noventa: por momentos el fluir de la narración se ve determinado (o perturbado) por preguntas que una persona en off le dirige a la narradora y, a su vez, las preguntas que le hace la narradora a esa persona en off modifican los acontecimientos. Se trata de diálogos entre el yo y la sociedad, en los que se cristalizan diferentes aspectos del hecho de ser negro en Alemania. Los diálogos cuentan cómo se cuestiona de modo permanente la pertenencia a la sociedad alemana, hablan de un racismo omnipresente y de una profunda inseguridad.
La autobiografía de Florence Brokowski-Shekete, Mist, die versteht mich ja!, en venta desde el otoño de 2020, cuenta la historia exitosa de una mujer que logra ser la primera supervisora escolar negra de Alemania. El libro comienza con la pregunta que atraviesa todas las biografías de las personas negras que viven en Alemania: “¿De dónde es usted?” y su callada implicación de que las personas negras no pueden ser alemanes verdaderos. De modo semejante a autobiografías de alemanes negros aparecidas anteriormente, este libro contrapone a esa pregunta la propia perspectiva. Muestra la capacidad de resistencia y la fuerza que se necesitan para superar las barreras que crea esa actitud.
La eterna pregunta por el “ser alemán”
Es en las obras biográficas donde se manifiesta con más fuerza qué significa para las personas negras de Alemania toparse una y otra vez con la pregunta por la alemanidad. Durante mucho tiempo, ser alemán y además negro, como reza el título –Deutsch Sein und Schwarz dazu (2013)– del libro de Theodor Wonja Michael, sobreviviente del Holocausto recientemente fallecido, y como lo describió Ika Hügel-Marshall en su autobiografía de 1998, Daheim unterwegs – Ein deutsches Leben (En casa en el camino. Una vida alemana), sólo parecía posible si uno lograba afirmarse contra resistencias considerables.
Que la literatura negra de Alemania tenga tanta demanda quizás se deba a que nuestra sociedad está encontrando y experimentando respuestas contemporáneas a la pregunta por la propia identidad, a la pregunta de quiénes somos, quiénes queremos ser y qué significa ser alemán en una sociedad que se transformó profundamente en el plano demográfico, político, cultural y literario desde la Segunda Guerra Mundial.