El colectivo Chicks on Speed formula su enfoque feminista de la música electrónica con el vídeo We Don't Play Guitars. Este instrumento se considera un símbolo de la música rock, y a menudo fálico, como muchos han señalado. Con un título en forma de manifiesto, Chicks On Speed rehúyen el atributo masculino de la guitarra eléctrica, optando en su lugar por nuevas tecnologías para producir música pop que puede rockear igual de fuerte. En el vídeo, también representan el debate entre las músicas de la época sobre si las mujeres debían o no usar guitarras, con Peaches (la música canadiense Merrill Nisker) como antagonista.
Justin Hoffmann
Chicks on Speed es un colectivo multinacional fundado por Alex Murray-Leslie y Melissa Logan. Durante varios años, Kiki Moorse también formó parte del grupo. Desde que se conocieron en la Academia de las Artes de Múnich en los años 90, se han dedicado no sólo a las artes visuales y escénicas, sino también a la música. Con instrumentos especialmente construidos, trajes, objetos, mapas mentales e instalaciones sonoras, siguen deconstruyendo las disposiciones establecidas de roles y puesta en escena. Sus happenings feministas y participativos consisten en pop, readymades, performance y moda. Musicalmente, Chicks on Speed se sitúan en el género del electropop bailable.