El hielo eterno se derrite, en este texto y en la realidad. Los suelos de permafrost que se descongelan en Siberia liberan mamuts, y así, cazadores de mamuts con sierras pueden vender marfil sin matar animales. En la obra de Selma Kay Matter, el hielo también desentierra a un perro lobo de 13,000 años de antigüedad, que está un poco deshilachado y aparece inesperadamente en el marga de un lago seco en Brandeburgo, donde Jo, unx adolescente, se sienta, suda y nunca más duerme.
Jo vigila el mundo para que no se desintegre más bajo sus ojos. Pero el clima de deshielo no sólo ha puesto en movimiento los suelos, sino también las montañas: al Matterhorn se le ha desprendido su cuerno. El perro lobo y la persona joven se unen contra la desaparición, compran grava y roban un auto para llenar el agujero en la montaña. Pero el perro deshilachado pierde sustancia constantemente, a pesar de que está decidido a completar esta misión.
Selma Kay Matter describe nuestro mundo como uno que se ha puesto en movimiento de manera imparable. Para esta nueva y aterradora movilidad y deformación, encuentra una forma narrativa virtuosa en la que todos los escenarios (de aparición y desaparición) ocurren en paralelo, conectados por el perro que se desintegra y el lenguaje con él. Con empatía, ligereza y un humor sutil, Selma Kay Matter nos muestra un mundo en una dinámica de autodescomposición que el futuro ya no puede detener.
(Fuente: Suhrkamp Theatern Verlag)