Skopie
Robert Alagjozovski, Escritor
De Robert Alagjozovski
¿Qué podría simbolizar para usted su situación actual o la de su país?
Un hechicero malvado ha lanzado una maldición al mundo. Mientras nosotros quedamos paralizados en nuestros cascarones, los héroes y heroínas luchan para romper el hechizo, restablecer el orden y salvar a la humanidad. En las mentes asustadas de los hombres encerrados asoma el recuerdo de que la culpa no sólo la tiene el malvado. Un juramento se quebró. Hýbris y hamartía, como decían los antiguos maestros.¿Cómo cree que la pandemia transformará el mundo? ¿Qué consecuencias ve en el largo plazo?
Creo que ante la crisis va a haber dos tipos de reacciones. El primero es el de “No me interesa (más)”. Habremos recuperado nuestra economía, nuestras finanzas, habremos regresado a nuestra cotidianidad, nos encontraremos con gente, disfrutaremos de la cultura y el entretenimiento, y tal vez lo hagamos con mayor entusiasmo, dada el “hambre” que hemos pasado. Habremos olvidados las promesas que hicimos en el lecho de muerte. Eran una reacción hiperbólica, una pequeña debilidad en tiempos de crisis duros. Probablemente muchos querrán ignorar las consecuencias, entregarse a los buenos tiempos, hasta la próxima crisis. Algunos políticos o personalidades de la escena pública buscarán tal vez excusas o inventarán remedios milagrosos y absurdos. Pero esto no funcionará.El segundo tipo sería una transformación sistémica de nuestra conducta, la introducción de medidas y líneas directrices que mejoren nuestras costumbres y morigeren las causas y los efectos de la crisis. Si queremos reducir o eliminar los riesgos para el futuro, tendremos que cambiar muchas cosas. Y esto no siempre sucederá siempre de modo voluntario y en consonancia con la conducta humana.
El código de conducta tiene que ser más severo, el desarrollo debe preservar los espacios naturales. Las únicas fuentes de recursos deben ser las energías más limpias y ecológicas. El reciclaje debe reemplazar la contaminación del medio ambiente. La distancia espacial probablemente se convertirá en una regla permanente, menos personas por metro cuadrado. Esto significará menos ganancias en los viajes aéreos, en los servicios, en el mercado inmobiliario, y en el entretenimiento. También implicará más dinero en los sistemas sociales y sanitarios así tener reservas que nos aseguren que estaremos estar mejor preparados para los futuros escenarios de crisis.
La digitalización será una norma obligatoria para muchos sistemas: economía, finanzas, comercio, mercado, cultura, contactos. La interacción humana, la presencia física (en galerías, museos y cafés) será opcional. Las personas que participen del segundo escenario intentarán involucrar a las del primero. Será un éxito lento, interrumpido por algunos rebeldes aislados que ofrecerán recetas de soluciones rápidas.
¿Qué le da esperanza?
A pesar de las distopías, la historia de la humanidad sigue teniendo un final feliz. Hasta ahora hemos sobrevivido y hemos mostrado que somos capaces de transformarnos. Somos seres racionales con la capacidad de usar métodos, aprender de nuestros errores y mejorar nuestro comportamiento y nuestra sociedad. La mayoría de las veces terminamos haciendo el cóctel correcto de conducta, ética, miedo, solidaridad, creatividad, responsabilidad y alegría.¿Cuál es su estrategia personal para lidiar con la crisis?
Me esfuerzo en afinar la concentración y la relajación. Mantengo la orientación y lucho contra la paranoia. Leo y miro, o vuelvo a leer y mirar, la mayor cantidad posible de libros y películas del género catástrofe, distopía, postapocalpisis: Esquilo, Boccaccio, Camus, Burroughs, Soderbergh, Emmerich, Petersen.Busco una experiencia, un modelo, una salvación para la fantasía. Y hago pausas en las que fortalezco mi sistema inmunológico: comida sana, mirar el paisaje, deporte en la habitación, contemplación, felicidad en familia.