Ética de la reproducción
Niños, niños, ¿a quién le pertenece mi barriga?

“Si queremos hijos o no lo decidimos sólo nosotros”– La soberanía sobre el propio cuerpo fue una de las más importantes demandas del feminismo por un largo tiempo. Todavía lo sigue siendo, aunque bajo otras premisas. Mientras tanto hay personas a quienes antes se les hubiera prohibido tener hijos que ahora pueden hacerlo. Al mismo tiempo se pueden realizar diagnósticos tempranos sobre anomalías genéticas. ¿Qué relación tienen la ética de la reproducción y el progreso tecnológico? Seis agentes culturales hablan de su punto de vista.

De Kirsten Achtelik

  • Frl. Wunder AG Foto (detalle): © Frl. Wunder AG


    Frl. Wunder AG: “resistir al desconcierto y abrir caminos”

    Ya sea aborto, fecundación artificial o clones: Entre más posibilidades médicas y tecnológicas haya, se vuelve más difícil adoptar una postura inequívoca, también desde una perspectiva feminista. Estos debates, a menudo cargados emocionalmente, plantean cuestiones éticas complejas. Tanto a escala personal como significativas para toda la sociedad, que van más allá de demandas importantes como el derecho de autodeterminación sobre los cuerpos femeninos. Con el teatro y el performance se pueden proporcionar otras estrategias para revelar estructuras normativas y hacerlas negociables. Estas pueden ser personales, conmover, provocar y al mismo tiempo hacer reír a uno. De esta manera surge un espacio utópico en el que queremos desarrollar con el público algo que tolere provocaciones y abra caminos desafiando la certidumbre.

    El colectivo de teatro y performance Frl. Wunder AG está integrado por siete personas de diferente sexo. Algunas de ellas han pasado por la experiencia de un aborto, otras, enfrentado situaciones de infertilidad y, en conjunto, suman actualmente siete hijas e hijos (no solo biol—gicos) .

  • Ninia Binias Foto (Detalle): © Nina Binias


    Ninia LaGrande: “demasiado peque–a para tener un hijo.”

    “Tranquila, no va a ser como usted”, dice el especialista en diagnóstico prenatal y me sonríe satisfecho. No como yo. No tan deficiente, No tan pequeño. No tan distinto.
    “¿También va a quedarse pequeño?” pregunta un hombre en la calle. Tan pequeño como yo. Tan pequeño. Demasiado pequeño. Para quedarse pequeño, primero debe crecer. “¿Cuánto mide el papá?” ¿Hay esperanza para el niño? ¿Existe la posibilidad de que sea normal? ¿Crecerá? “¿Es su hijo?” dice la mujer sorprendida. “Pero si usted es todavía una niña”, agrega. A los 34 años, demasiado niña para tener un hijo; demasiado chica para tener un hijo. “Nada particular”, dice el genetista. Nada particular. No hay razón para alarmarse. Más bien para tranquilizarse. Todo tal cual estaba previsto. ¡¿Todo bien?!

    Ninia Biniasvive en Hannover, donde, entre otras ocupaciones, participa activamente del circuito del Poetry Slamm. Desde hace 34 a–os mira el mundo desde una perspectiva diferente, y escribe sobre eso para no tener que darse permanentemente cabezazos contra las paredes.

  • Sookee Foto (Detalle): © Sookee


    Sookee: “trabajo en crear conciencia sobre el tema”

    Yo me identifico con la perspectiva queer, no solo en mi música, donde juega un rol fundamental, sino también en materia de derechos sexuales y reproductivos y de familia. Por suerte y para mi felicidad, mi condición de mujer pan*-cis* me permitió embarazarme y formar una familia sin mayores complicaciones [Nota de la redacción: pan* designa a hombres o mujeres que se siente atraídos por personas independientemente de su sexo y cis*, a personas cuya identidad de género coincide con su sexo biológico]. Y me parece terrible que para las personas que no se ajustan a la designación binaria de género, homosexuales y transgénero sea, por el contrario, tan difícil formar una familia. Con la canción Queere Tiere (animales queer) y con el caballito de mar como símbolo de embarazos y paternidad/maternidad (trans)masculinos, busco poner este tema sobre la mesa más allá de mi música, por ejemplo, en entrevistas y foros. Y resulta bastante bien, en el sentido que a muchas personas se les ha abierto una nueva perspectiva. Yo no tengo una solución concreta en el ámbito de la política real, pero trabajo en crear conciencia sobre el problema. 

    Sookee es una rapera feminista de Berl’n. Desde escenarios y p—diums, difunde idealismo y an‡lisis cr’tico, dejando huellas en las biograf’as de muchas personas.

  • Milo Rau Foto (Detalle): © IIPM/Thomas Müller


    Milo Rau: “desechados durante el embarazo, aplaudidos en el arte”

    En Die 120 Tage von Sodom (Los 120 días de Sodoma) trabajé con actrices y actores del Teatro HORA, la gran mayoría de los cuales tiene trisomía 21. En la obra, que se presentó en la sala Schauspielhaus de Zúrich, abordo el tema del diagnóstico prenatal, es decir, la posibilidad de examinar el estado del feto dentro del útero. En sí me parece bueno (como todo lo que aumenta la libertad de decisión de las mujeres y parejas embarazadas), pero el resultado en Suiza es que nueve de diez fetos con trisomía 21 se abortan. Es decir que el derecho al aborto, que tanto costó conquistar, se ha transformado en la práctica en un mecanismo de selección. Este hecho se vuelve aún más paradójico en el contexto del montaje, considerando que el grupo HORA ha recibido las más altas distinciones del mundo teatral europeo. Desechados durante el embarazo y aplaudidos en el arte. Esa contradicción -o esa dialéctica de la libertad– es lo que tematizamos en Die 120 Tage von Sodom.

    Milo Rau es escritor, director de cine y teatro y director artístico del colectivo IIPM – International Institute of Political Murder.

  • Anne Zohra Berrached Foto (Detalle): © Anne Zohra Berrached


    Anne Zohra Berrached: “muchas de las personas involucradas se avergüenzan y callan.”

    Abortos tardíos, vientres de alquiler, donación de óvulos: casi ningún otro campo médico se ha desarrollado a tal velocidad en los últimos años como la medicina reproductiva. Hoy es posible “externalizar” el embarazo e implantar un óvulo fecundado en el vientre de otra mujer. Las mujeres pueden parir hijos con los que no tienen ningún vínculo biológico. Sobre estos temas casi no se discute públicamente en Alemania, al igual que sobre el aborto tardío. Muchas de las personas involucradas sienten vergüenza y callan. A mí me gustaría que la sociedad en conjunto mirara esos temas, sin ánimo condenatorio, sino que se preguntara qué temores, qué preocupaciones o qué deseos se esconden detrás. En mi trabajo, y muy lejos de cualquier pretensión moralizante, intento precisamente visibilizar estas historias y a sus protagonistas.

    Anne Zohra Berrached es directora de cine y guionista de las películas “24 Wochen” (24 semanas) y “Zwei Mütter” (Dos madres).

  • Moira Zoitl Foto (Detalle): © Moira Zoitl


    Moira Zoitl: “la perspectiva sobre el feto cambió.”

    El título de mi trabajo Misplaced Concreteness lo entiendo en el sentido del término acuñado por la historiadora alemana de la medicina Barbara Duden “Ver-rückte Konkretion” [Nota de la traductora: por medio del uso del guión, se genera una ambigüedad que permite leer el concepto como “concretud desplazada/desquiciada”] y es una alusión a las fotografías de la gestación de la vida de Lennart Nilsson, publicadas en 1965 en la revista Life. Como en esa época no existían los medios fotográficos que permitieran retratar al feto dentro del útero, Nilsson utilizó el montaje para crear una representación interpretativa de la realidad. Este “retrato” transformó al feto en su estado prenatal en un ser vivo merecedor de protección y esta nueva perspectiva legitimó un control estatal del embarazo cada vez mayor, cuya contrapartida fue (y sigue siendo) una pérdida creciente de la responsabilidad personal y de la autopercepción de las mujeres sobre los procesos que ocurren en sus propios cuerpos.

    Moira Zoitl es artista plástica. En sus instalaciones audiovisuales trabaja con objetos rituales, reproducciones y representaciones de la fertilidad que relaciona con el tratamiento que se le da al cuerpo humano en el área de la salud.

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