Repatriación de piezas arqueológicas
México quiere su patrimonio arqueológico de vuelta

El penacho de Moctezuma en el Weltmuseum de Viena
El penacho de Moctezuma en el Weltmuseum de Viena | Foto (detalle): Leonhard Foeger © picture alliance / REUTERS

En años recientes, el gobierno mexicano ha aumentado sus esfuerzos por recuperar su patrimonio arqueológico de manos extranjeras, luchando contra el tráfico y la comercialización y repatriando más de cinco mil piezas. Hace poco se inauguró una exhibición en la Ciudad de México para presentar muchas de ellas por primera vez, pero no estuvo libre de controversias.

De Daniel Salinas Córdova

Al igual que muchas cosas en el Sur Global, los extranjeros llevan siglos saqueando, traficando y coleccionando el patrimonio mexicano, en particular los viajeros, exploradores y, después, los turistas europeos y estadounidenses durante los siglos XIX y XX. En respuesta, México empezó a protegerlo. Poco después de su independencia de España, prohibió su exportación. Desde los años setenta, cada vez ha hecho más solicitudes de devolución de las piezas más impresionantes de su patrimonio cultural ubicadas en colecciones en el extranjero.

La base legal de sus demandas de restitución de patrimonio arqueológico recae en sus leyes nacionales, que se remontan a la década de 1820 y prohíben la sustracción de piezas del país. Desde la década de 1890, por ley, toda la arqueología precolonial del territorio mexicano es propiedad de la nación. Esos principios están presentes en la ley de monumentos de 1972, aún vigente, que declara que todos los monumentos arqueológicos precoloniales de México son "propiedad de la Nación, inalienables e imprescriptibles". En las demandas de devolución de las últimas décadas también se ha citado la Convención de la UNESCO sobre las Medidas que deben adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, La Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales de 1970, la principal legislación internacional sobre el tema.

“La grandeza de México”

En sus tres años de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha convertido en prioridad la recuperación del patrimonio cultural mexicano y aumentado sus esfuerzos contra el tráfico y comercialización de piezas arqueológicas. Las autoridades culturales y diplomáticas mexicanas se han esforzado mucho en lograrlo: han denunciado e intentado detener subastas; cooperado con organizaciones de seguridad extranjeras e internacionales, y negociado con gobiernos y museos para recobrar los rastros materiales del pasado mexicano que están en el extranjero.

Esos esfuerzos, y su promoción, se han intensificado en meses recientes debido a la gama de conmemoraciones nacionales relacionadas con aniversarios históricos. En 2021 se celebra el bicentenario de la consumación de la independencia, al igual que los 700 años de la fundación de Mexico-Tenochtitlan. El 500º aniversario de la caída de la ciudad ante los conquistadores españoles también fue un suceso importante que se conmemoró como los "500 años de resistencia indígena". Para el 200º aniversario de la consumación de la independencia de México, el 27 de septiembre de 2021 se inauguró una exhibición titulada La grandeza de México en dos sedes en la Ciudad de México. La exhibición incluye muchas de los más de cinco mil bienes culturales que el gobierno actual ha repatriado desde 2018. De las más de mil quinientas piezas arqueológicas, históricas, artísticas y etnográficas de la exposición, alrededor de 800 nunca se habían exhibido en público. En la inauguración de la exhibición, AMLO también anunció que crearía una unidad especial dedicada a recuperar obras de arte y antigüedades saqueadas, moldeada a partir de los carabinieri italianos.
  • Máscara antropomorfa de estilo olmeca © Secretaría de Relaciones Exteriores de México

    Esta máscara antropomorfa, de estilo olmeca del periodo Preclásico mesoamericano (1200-600 a.C.) y elaborada en roca metamórfica, es una de las piezas arqueológicas que ciudadanos alemanes devolvieron de manera voluntaria a México a mediados del 2021.

  • Piezas arqueológicas en una vitrina, procedentes de las regiones que ocuparon las antiguas culturas de la Costa del Golfo de México © Secretaría de Relaciones Exteriores de México

    Se trata de 34 piezas arqueológicas procedentes de las regiones que ocuparon las antiguas culturas de la Costa del Golfo de México, el Altiplano Central, el occidente (Colima y sur de Nayarit) y el área maya.

  • Cajete trípode de barro con decoración policroma © Secretaría de Relaciones Exteriores de México

    Entre ellas está este cajete trípode de barro con decoración policroma, elaborado por la cultura maya hacia el Posclásico (1000–1521 d.C.).

  • Cabeza antropomorfa de estilo totonaco © Secretaría de Relaciones Exteriores de México

    Esta cabeza antropomorfa, de estilo totonaco y correspondiente al periodo Clásico mesoamericano (250–900 d.C.), es otra de las piezas devueltas.

  • Escultura en barro de un personaje sentado © Secretaría de Relaciones Exteriores de México

    Otra de las piezas recuperadas es esta escultura en barro de un personaje sentado, elaborado por las culturas del occidente de México de la llamada tradición de las tumbas de tiro.

  • Cabeza antropomorfa de estilo totonaco © Secretaría de Relaciones Exteriores de México

    Esta cabeza antropomorfa, de estilo totonaco y correspondiente al periodo Clásico mesoamericano (250–900 d.C.), fue una de las piezas devueltas.

  • Colección de piezas recuperadas © Secretaría de Relaciones Exteriores de México

    Entre las piezas recuperadas hay figuras antropomorfas elaboradas en barro, cajetes y vasijas, y una de tipo efigie, sellos y fragmentos de figurillas antropomorfas.

  • México recupera una urna maya de Estados Unidos © Secretaría de Relaciones Exteriores de México

    México recupera en Estados Unidos una urna maya elaborada entre el 900 y el 1600 d.C.

La devolución de 5,746 bienes culturales mexicanos durante los últimos tres años, sobre todo piezas arqueológicas, es un gran logro del gobierno actual. También es el resultado de distintos procesos en los que la cooperación internacional es un aspecto fundamental. Algunas piezas fueron devueltas luego de ser incautadas en la frontera por no tener la documentación adecuada, como las cuatro estatuillas devueltas desde Australia en noviembre de 2020 luego de ser detenidas en la aduana de camino a un comprador; otras se derivan de devoluciones voluntarias de individuos, como en los dos casos que sucedieron hace poco en Alemania, cuando entregaron 37 estatuillas de culturas como la olmeca, la maya y las de la zona de Colima y Nayarit a la embajada mexicana en Berlín. Otras devoluciones fueron resultado de la cooperación interinstitucional, como en el caso de una urna maya chiapaneca de quinientos años, devuelta por una universidad estadounidense de artes liberales en abril de 2021.

Todas esas son devoluciones permanentes, recuperaciones genuinas; sin embargo, algunos de los objetos exhibidos en La grandeza de México solo regresaron como préstamos. Hace un año, la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de amlo, se fue de gira por cuatro países europeos con el objetivo de tomar prestadas piezas, obras de arte y documentos mexicanos importantes para la exhibición. Entre las piezas solicitadas se encontraban el llamado penacho de Moctezuma, un magnífico tocado de plumas mexica resguardado en el Weltmuseum de Viena, y varios códices coloniales tempranos localizados en Italia y el Vaticano, como el Códice Borgia y el Códice florentino.

"Arqueólogos locales [ ...] expresaron preocupación al señalar que no puedes pedir prestado algo que es tuyo y que solicitar patrimonio nacional en préstamo y los cambios legales correspondientes es perjudicial, pues sienta un precedente e implica que los dueños legítimos del patrimonio mexicano en el extranjero son las instituciones o países que lo resguardan de forma ilegítima".

La petición de préstamo de esas y otras piezas mexicanas invaluables no estuvo libre de controversias. Para lograrla, se modificaron cláusulas de la ley de monumentos, y algunos arqueólogos locales, como Eduardo Matos Moctezuma, renombrado experto en los mexicas, expresaron preocupación. Matos Moctezuma señaló que no puedes pedir prestado algo que es tuyo y advirtió que solicitar patrimonio nacional en préstamo y los cambios legales correspondientes es perjudicial, pues sienta un precedente e implica que los dueños legítimos del patrimonio mexicano en el extranjero son las instituciones o países que lo resguardan de forma ilegítima.

No se obtuvieron todas las piezas solicitadas para la exhibición. Bajo el pretexto de su fragilidad, Austria no prestó el famoso penacho y, en vez de enviar los códices originales de sus colecciones, el Vaticano le regaló copias facsimilares a México. Sin embargo, se tomaron prestadas 44 piezas de colecciones en Francia, Italia, Suecia y Estados Unidos, y ahora están exhibidas en la Ciudad de México, donde los mexicanos pueden verlas por primera vez. Entre ellas se encuentran lo que se dice que es el cráneo de Moctezuma, proveniente del Museo Quai Branly en París, y un mapa de la Ciudad de México en 1550, prestado por la Universidad de Uppsala. En abril de 2022, cuando cierre la exhibición, volverán a Europa.

La política subyacente a la devolución de bienes culturales

Al hacer tanto énfasis en sus esfuerzos y logros en la lucha contra el tráfico e antigüedades y en la recuperación de piezas del extranjero, el gobierno mexicano está dando el mensaje, en el extranjero y en casa, de que se trata de un asunto crucial y de que persistirán en sus esfuerzos por preservar el patrimonio mexicano y por detener su mercantilización y comercialización. Dentro del país, eso también contrarresta las fuertes críticas contra las políticas culturales de AMLO y la actual crisis del sector patrimonial, causada por años de recortes presupuestales y mala administración.

Independientemente de la política, el aumento de las devoluciones de piezas arqueológicas mexicanas y los esfuerzos renovados del gobierno mexicano por combatir su tráfico ilícito son causa de celebración. 

El patrimonio mexicano no debe estar en colecciones privadas, embelleciendo las casas de los ricos en el Norte Global, no debe ser comprado y vendido como mercancía ni encerrado en vitrinas en museos occidentales, inaccesible a la vasta mayoría de los mexicanos. Por sobre todas las cosas, esas piezas pertenecen a la gente que tiene una fuerte afiliación cultural e identitaria con ellas, y deberían estar disponibles para que las conozcan, estudien y disfruten en su lugar de origen.  

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