Tonspuren 1950: Fred Bertelmann – “Der lachende Vagabund”   ¡No hay que exagerar con la libertad!

Tonspuren 1950er Illustration: © Hanka Sedláček

“Der lachende Vagabund” (“El vagabundo que ríe”, 1957) en la interpretación de Fred Bertelmann es uno de los mayores éxitos de ventas de la industria musical alemana. En poco tiempo, se vendieron dos millones de ejemplares tan sólo en Alemania. En total, la cifra ronda los 3.5 millones. En comparación, “She Loves You”, canción que con cerca de 1.9 millones de unidades vendidas, es el sencillo más exitoso de The Beatles en Reino Unido.

Tonspuren - Pistas sonoras

El periodista musical Mario Lasar, con ocho canciones de habla alemana de ocho décadas diferentes, arroja algunas luces sobre fenómenos culturales y sociales importantes de la historia de la posguerra en Alemania. 

La mayoría de las canciones y artistas mencionadas en esta serie se pueden escuchar -en el orden en que se mencionan- en una lista de reproducción de Spotify:

open.spotify.com/playlist/soundtracksBRD/
De momento, hay que indicar que Der lachende Vagabund es una adaptación de la canción country Gambler’s Guitar de 1953. Sin embargo, la original nunca alcanzó la popularidad de la versión alemana, que también fue popular en Estados Unidos. Aunque mediante el milagro económico de la década de los cincuenta, Alemania había “resucitado de las ruinas” (según el himno nacional de la RDA), había una tendencia prevaleciente por la adaptación.

Tras la liberación por parte de los Aliados, la cultura angloamericana moldeó el espíritu alemán (occidental) de la posguerra. El exsoldado estadounidense, Gus Backus, es un ejemplo que logró el éxito con la absurda Da sprach der alte Häuptling der Indianer”; pero también el británico Chris Howland, quien hizo una carrera como disc-jockey (DJ) en una radio, bajo el alias de Mister Pumpernickel. En este sentido, los intérpretes se adaptaron bien con los perdedores de la guerra pues cantaban y hablaban en alemán. Su marcado acento puede haber realzado la fascinación por lo exótico.

Fred Bertelmann no tenía un acento extranjero. La canción Der lachende Vagabund debía su exotismo al hecho de que referenciaba una canción country estadounidense. Así, la pieza se apropió del espíritu de libertad que se asociaba con Estados Unidos sobre todo en los años cincuenta. Pero la música country está muy lejos del gesto rebelde del rock & roll. Eso sí, ¡no hay que exagerar con la libertad! Eso también podría explicar el éxito de Der lachende Vagabund: un país que busca el contacto con lo “otro” pero no a costa de la recién ganada estabilidad.

El principio de un exotismo moderado es aún más evidente en Der lachende Vagabund cuando se considera la letra: el protagonista visita países desconocidos, se deja llevar, es libre y se aparta así de forma radical del cliché del alemán disciplinado y decidido.

Al mismo tiempo, la letra se empareja con el creciente deseo de lxs alemanxs de viajar durante los cincuenta. Mientras que esto (también en la realidad del milagro económico) depende del saldo bancario, el deseo de viajar está muy idealizado por la letra de la canción: el vagabundo se aventura sin dinero, y, no obstante “mi mundo es colorido” (“Meine Welt ist bunt”). Si hoy en día se ven películas alemanas en color de los años 50, el color a menudo parece (o es) recoloreado y artificial. El mundo colorido del vagabundo corresponde a una ficción que él crea para justificar su existencia.

Sin embargo, son estas ficciones por las que se conoce el tiempo de la posguerra, justamente porque la iluminan de forma estridente. La tendencia a realizar grandes gestos, a exagerar (al tiempo que se preserva la forma/norma) marcó el principio rector de la cultura pop alemana de los cincuenta. Cuando el estribillo de Der lachende Vagabund consiste en una carcajada espeluznante, al principio parece una violación de los límites de la forma de canción pop. De hecho, la risa puede entenderse como una invitación. La risa como afirmación, creación de confianza y simpatía. La risa dice: lxs alemanxs han cambiado a mejor.

Recuerdo que cuando era niño me daba miedo la risa del vagabundo. ¿No es así como se ríe un psicópata justo antes de degollar a la siguiente víctima? Tal vez el vagabundo que ríe no sea un contemporáneo amistoso.

En el momento de su publicación, la risa del vagabundo se percibía probablemente como una expresión de alegría inocente y sin adulterar. Si se parte de la base de que la cultura pop siempre trata de la identificación, se llega a la conclusión de que así es precisamente como millones de alemanxs querían verse a sí mismos cuando convirtieron la canción en un éxito: como inocentes y abiertos de mente hacia lxs extranjerxs. En Der lachende Vagabund tiene lugar una proyección nacional del “adiós al ayer” (Abschied von gestern Dir. Alexander Kluge).
 

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