Spoken Word
Cuando la lengua se transforma en acontecimiento
En la década de 1990 surgió en Alemania una dinámica escena de poetas escénicos, que también tiene buenas conexiones internacionales.
La poesía exige silencio e intimidad: quien escribe o lee poemas, casi siempre está solo. En el spoken word la cosa es diferente. “Si no hay un público, entonces tampoco hay un espacio para el orador, y viceversa”, dice Nora Gomringer. La poeta y recitadora suizoalemana, quien en 2015 fue distinguida con el Premio Ingeborg Bachmann, se cuenta entre las voces más importantes de la escena en alemán del spoken word. La presentación de un poema frente a los escuchas significa un momento de percepción colectiva y de una experiencia compartida, afirma. “De esta manera, un texto se convierte en un acontecimiento audiovisual.”
También para el escritor Bas Böttcher, quien fue cofundadador de la escena alemana en los años noventa, la presentación de un texto –la interpretación– resulta decisiva: “Los pensamientos se transmiten poéticamente a través del sonido y el ritmo.” El resultado es un retorno a la idea original de la poesía como una construcción sonora: precisamente eso es lo que constituye la magia del spoken word, asegura. El público también lo siente así: a principios de 2014 la actriz Julia Engelmann alcanzó un éxito inesperado en Youtube: más de nueve millones de personas vieron su video en el que presentó un texto, a medias hablado, a medias cantado, One Day/Reckoning Song, que trata acerca de algo que nos afecta a muchos: ¿Cómo ocupamos nuestro tiempo? ¿Qué hacemos con las posibilidades que nos ofrece la vida?
Seis mil espectadores en los campeonatos de poetry slam
Cuando Bas Böttcher ganó en1997 el primer campeonato alemán de poetry slam en un pequeño club de Berlín, estuvieron presentes 150 espectadores. Desde entonces el grupo de competidores y de interesados ha crecido de manera vertiginosa: para los artistas que presentan sus poemas esto significó salir de su pequeño nicho y entrar a la conciencia pública. El formato del poetry slam se ha establecido como marco y forma de presentación del spoken word. Las y los poetas compiten entre sí, al final el público elige al texto ganador. “Entretanto asisten en promedio seis mil espectadores a los campeonatos”, dice Böttcher. Él y sus colegas, además, reciben invitaciones para presentarse en radio y televisión. Cooperan también con ilustradores de novelas gráficas, músicos y cineastas. En 2015 Böttcher publicó junto con Wolf Hogekamp el Poetry Slam Fibel (el Manual del poetry slam), una especie de obra estándar de la poesía escénica en alemán, con textos de 55 autoras y autores.La escena está extraordinariamente bien conectada. Las estructuras y los artistas se han vuelto más profesionales. Prácticamente ninguna ciudad alemana carece ya de sus propios poetry slams, que se realizan de forma regular. Pero los recitadores tienen una actividad principal: estar de viaje. Böttcher ya se ha presentado en muchas partes, y sabe de lo que habla: “Los poetas escénicos pasan la mitad de su vida de gira.” Dice que incluso los críticos se dan cuenta y reconocen el alto grado de intercambio entre los artistas y el gran alcance que tienen entre el público. En comparación con los actores de novelas, para quienes las lecturas públicas significan sólo una forma adicional de difundir su obra, para Böttcher y los otros su trabajo consiste, en realidad, en estas presentaciones, también fuera de Alemania. Así, Nora Gomringer curará en abril de 2016 el Festival Poesía en Voz Alta en la Casa del Lago, de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la ciudad de México. El encuentro girará esta vez en torno a un eje temático alemán, con artistas invitados como Dalibor Marković, Dirk Hülstrunk, el Colectivo Sonora Munka y la filmadora de poesía Judith Kinitz.
Los textos alemanes son más bien humorísticos que de crítica social
¿Qué distingue al arte del spoken word en Alemania? “Los textos son ingeniosos y con frecuencia humorísticos, mientras que en otros países la política y la crítica social se encuentran en primer plano”, dice Nora Gomringer. Bas Böttcher lo ve de manera similar, aunque también afirma que alguna que otra obra actual carece de profundidad: “Desgraciadamente se observa una fuerte tendencia hacia el texto de comedia, siempre hay textos en los que al autor al parecer le importa más lo gracioso que el contenido.” Cómo es posible combinar crítica social y humor nos lo muestra, por ejemplo, Julius Fischer. En su texto Los inmigrantes confronta y analiza la xenofobia en su estado natal, Sajonia, y a pesar de ello es posible reírse.La escena del spoken word es muy vasta: “No sólo los poetas formamos parte de ella”, dice Böttcher, “sino también los narradores de historias, comediantes, satíricos y freestyler, es decir, los poetas que improvisan.” En los campeonatos de poetry slam también hay un concurso para principiantes, para nuevos nombres y nuevas voces. En ellos pueden participar artistas menores de 20 años. “Así la escena conserva su diversidad para el público, y se renueva a sí misma cada pocos años.”