Salchicha y galletas navideñas
El sabor de Alemania en el mundo
Con el codillo de cerdo en Sudáfrica o los Knödel (albóndiga hecha de papa) en Tailandia – la cocina alemana está presente en todos los continentes. La representación culinaria de la Alemania, sin embargo, se limita a unas pocas especialidades.
En Chiang Mai puede ocurrir que caminando hacia el mercado nocturno se encuentre con una tailandesa vestida con un Dirndl (vestido tirolés) y con el sombrero correspondiente. En la capital de su provincia intenta entusiasmar a los transeúntes para cosas totalmente ajenas a la región: hace publicidad para la cocina alemana en un restaurante que se llama “Hofbräuhaus”. En la carta hay escalopa, codillo de cerdo y asado con Knödel. El cómo se escriben los nombres de estos platos en “alemán” es bastante exótico y acerca de su elaboración y calidad también hay opiniones contrarias en las plataformas en línea que los califican.
La popularidad de la cocina y la tradición BÁVARAS
El ejemplo del “Hofbräuhaus” en Chiang Mai nos dice bastante acerca de la representación culinaria de la Alemania en el mundo. En el extranjero se suele recurrir a los tópicos que se le atribuyen al sur del país, particularmente Baviera. El vestido, la referencia a un nombre de bar conocido a nivel internacional de la capital bávara eclipsan la diversidad federal de los matices culinarios: particularidades regionales como la preparación de la morcilla de Renania, Labskaus de la costa o un Schäufele (hecho con el omóplato del cerdo) de Baden, es decir, hombro de cerdo curado se encuentran rara vez de las cartas de los restaurantes alemanes en otros continentes.La científica de estudios culturales de Leipzig Maren Möhring ha dedicado sus estudios a la influencia de inmigración extranjera sobre la cultura culinaria alemana y – como contraprueba – dirigió su mirada hacia afuera: “La cocina alemana en el extranjero existe básicamente como reflejo de la cocina bávara. En todo el mundo hay restaurantes con ofertas alemanas. Pero éstas se ubican principalmente dentro del contexto del Oktoberfest”, constata.
salchicha y carne como representantes de la cocina alemana
Maren Möhring llama también la atención hacia rupturas históricas en la exportación de alimentos alemanes. Recuerda que la salchicha alemana antes era muy popular en Gran Bretaña. Muchos carniceros alemanes se habían establecido en el Reino Unido. Las guerras mundiales, sin embargo, la marginación e internación de los alemanes como “displaced persons” terminó con dicha tradición. No obstante, las salchichas, sobre todo asadas y/o con curry, siguen siendo uno de los representantes culinarios de Alemania en el mundo.A ello probablemente contribuye también el hecho que los alemanes son vistos en el extranjero como un pueblo que come mucha carne. Las cifras de exportaciones parecen confirmarlo, ya que carne y productos de carne representaban el 2015 un 18,8% del total de las exportaciones. Los mayores consumidores fueron los otros estados de la Unión Europea. EEUU, Rusia y China también están entre los clientes principales. Últimamente ha habido polémicas acerca de las exportaciones de carne – pollo sobre todo – hacia África: en Europa – y Alemania lidera esa moda – llegan las partes “nobles” del ave al mercado, como la pechuga y la pierna. Los restos se venden baratos en África, lo cual lleva a disfunciones en su propia producción de ave.
Embajadores de la cocina nacional en el extranjero
No obstante, en el continente africano como antiguo territorio colonial de estados centro-europeos se encuentran todavía huellas de la predilección culinaria alemana. Rollos en Windhoek en Namibia, codillo de cerdo en el desierto Karoo en Sudáfrica no son sorpresas exaltadas sino que se encuentran en la carta todos los días. Para el paladar suelen ser mejor preparados que, por ejemplo, la cocina bávara que los turistas hallan en algunas regiones del Suroeste de los Estados Unidos.Se puede tratar perfectamente de estrechez de miras, desconfianza hacia los sabores extraños, la añoranza del olor de la tierra natal o simplemente olfato para los negocios lo que convierte a personas en embajadores de su propia cocina en otros países. En las Islas Canarias y en el mundo de las islas ibéricas que gustan mucho a los alemanes como destino turístico se han expandido el chucrut, la salchicha y el asado de cerdo aunque viajeros experimentados con su curiosidad hacia insectos estofados o cocodrilo asado arrugarían la nariz. Por otra parte, es gracias a estos viajeros que hoy en día cocodrilo, avestruz y canguro figuren en las cartas alemanas. Viajar educa en muchos aspectos – también en el de la tolerancia hacia otros sabores.