Catalizadores de la cuarta ola feminista
El ciberactivismo y las redes sociales

Ilustración de la campaña “Yo mancho, ¿y qué?”
Ilustración de la campaña “Yo mancho, ¿y qué?” | © Lola Vendetta

Internet sirve de guía para informarse sobre temas que el feminismo aborda. Los derechos de las mujeres son uno de los ‘trending topic’ de las redes sociales y crean nuevos formatos narrativos.

 ¿Cómo hacer activismo feminista a través de Internet?

Las redes sociales están sirviendo para extender el mensaje feminista desde todos los lugares del planeta. Internet ha facilitado, desde la creación de medios de comunicación temáticos, como la revista online Pikara Magazine o el podcast feminista Sangre Fucsia, hasta juegos en línea con los que aprender sobre las mujeres silenciadas en la ciencia, como Astrochat mujeres espaciales. Estas herramientas se dan a conocer a golpe de click en plataformas como Facebook, Twitter o Instagram. Por ejemplo, la búsqueda en Google del término “endometriosis” arrojará resultados orientados a explicar técnicamente esta enfermedad, pero su búsqueda en Twitter nos llevará, además, a poder leer pequeñas experiencias de mujeres que la padecen o campañas de visibilización sin tener que bucear demasiado.

Las aplicaciones móviles nos permiten conectarnos a nuestros perfiles la mayor parte del día, lo que supone una vía rápida de acceso a conocimientos que antes estaban enclavados en las enciclopedias y libros. Lo virtual como soporte también sirve de guía para quienes se inician en el camino feminista. Desde Sangre Fucsia cuentan que “queríamos hacer algo propio, un programa que hablase de cultura, política y actualidad como si la revolución feminista ya hubiese triunfado. En lugar de hacer pedagogía, nos apetecía hacer algo más heterodoxo, con mucho humor, ritmo y picardía feminista”. Con cinco años de trayectoria, las impulsoras de este podcast decidieron crear un “trivial feminista” en 2016, que se dio a conocer a través de redes sociales y supuso todo un fenómeno viral que desbordó su crowdfunding inicial y ya ha vendido más de 5.500 juegos de mesa. Lo particular es que realizó el camino inverso: primero se dio a conocer virtualmente y luego se pudo adquirir en librerías.

Protestas espontáneas que nacen a través de la red

La inmediatez de Internet permite llegar a un mayor número de personas a través de un evento de Facebook que de folletos de papel o carteles callejeros. Así ocurrió, por ejemplo, con el Tren de la libertad. Esta iniciativa partió en 2014 de un grupo de mujeres que querían ir en tren desde Gijón a Madrid a reclamar al gobierno que no modificase la ley del aborto de plazos, pues se quería volver a los supuestos de 1980 (riesgo para la madre, malformación del feto o violación). Su difusión a través de Internet supuso la explosión de un gran movimiento feminista y fueron realizando diversas paradas en ciudades en las que les esperaban activistas para manifestarse juntas. Finalmente se consiguió paralizar el proyecto de ley, lo que supuso un gran hito en la lucha feminista en España.

Las redes sociales también son pasto de convocatorias espontáneas, como la ocurrida tras darse a conocer en Twitter que había un congreso de columnistas en el que más del 95 % eran hombres. Como reacción, activistas feministas organizaron un congreso específico sobre las columnistas mujeres en Pontevedra. La profesora de comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y periodista, Ana Bernal-Triviño (@anaisbernal), fue ponente en este congreso. “Es sumamente necesaria la participación en las redes sociales porque el feminismo se ha desarrollado a través de los libros, pero en la situación actual de crisis económica el gasto que más disminuye es el de la cultura. Las mujeres históricamente siempre han tenido menos tiempo para asociarse porque se tenían que dedicar al cuidado de los hijos. También es un buen lugar para las chicas jóvenes, que antes veían el feminismo como algo anticuado”, cuenta.

Lola Vendetta (@lola_vendetta), Moderna de Pueblo (@ModernaDePueblo) o Agustina Guerrero (@lavolatil) son ilustradoras que difunden sus trabajos a través de Internet. Con sus viñetas, en clave de humor feminista y social, llevan a la esfera pública cuestiones como la normalidad de la menstruación, las implicaciones emocionales de las relaciones amorosas o lo esencial de los cuidados para poder sostener la vida. El último libro de Moderna de Pueblo, llamado Idiotizadas, es una crítica al amor romántico de las películas y cuentos.

El machismo, presente fuera y dentro de las redes sociales

Algunas feministas, como Brigitte Vasallo (@La_Vasallo), escritora y activista del feminismo contra la islamofobia, son partidarias, pero también críticas con los medios virtuales. “En las redes hay una violencia explícita que busca silenciar la pluralidad y disidencia del feminismo. Son un medio, no un fin”, señala.
El principal rechazo a utilizar redes sociales es debido a los insultos y amenazas que se reciben cuando se pone el feminismo sobre la mesa.

En el caso de la twittera Barbijaputa (@Barbijaputa), su éxito viene acompañado de la ocultación de su identidad. “Yo empecé con un blog y ahora me gano la vida escribiendo libros y artículos. A veces me planteo salir del anonimato, me gustaría asistir a charlas y eventos y ahora no puedo hacerlo. Cada vez tengo más claro que algún día dejaré de ser anónima”, comenta. Sus artículos online son la puerta de entrada al feminismo de muchas personas.

Carmen González Magdaleno (@MagdalenaProust) es periodista y asesora de comunicación en el Concello de Lugo. Con más de 11.000 seguidores en Twitter, ve necesarias las redes sociales, en las que practica a diario el activismo feminista e incluso denominaría esta forma de activismo “instantáneo” como la ‘cuarta ola’ del feminismo, ya que ha supuesto una revolución a través de herramientas gratuitas, fáciles de usar y accesibles a la mayoría. “En las redes, desde nuestros perfiles, blogs y nuevos medios digitales, empezamos a contar nuestras experiencias fuera de la visión masculina considerada la universal, la que vemos en los libros de historia, por ejemplo. Pudimos alzar la voz, cada vez se fueron uniendo más voces y no quedó más remedio que escucharnos”. Las mujeres filósofas, astronautas, científicas, pintoras o aquellas a las que les robaron ideas que luego fueron premiadas con un Nobel, son cada día protagonistas de cuentas de twitter como la de las Herstóricas, grupo que organiza paseos por Madrid con perspectiva de género, talleres y visitas en las que las mujeres olvidadas por la historia son las protagonistas.
 

Top