Mujeres en la Bauhaus

En el centenario de la fundación de esta escuela queremos rendir un pequeño homenaje a todas las mujeres que estudiaron en Bauhaus. Muchas de ellas fueron mujeres emancipadas y con vocación artística, para quienes su paso por la institución educativa no estuvo exento de dificultades: invisibilidad y falta de reconocimiento público de su trabajo fueron pan del día a día.

Bauhaustreppe © © Wikicommons 2019 Bauhaustreppe © Wikicommons 2019
En abril de 1919, el arquitecto alemán Walter Gropius fundó la Bauhaus. La escuela de arquitectura y de arte deseaba unir el arte, la arquitectura y el diseño, una idea completamente nueva y revolucionaria en aquella época. En el programa de la Staatliches Bauhaus de Weimar de 1919, Gropius escribió: “La Bauhaus desea preparar a arquitectos, pintores y escultores de toda categoría para que se conviertan, según sus capacidades, en artesanos hábiles o artistas y creadores independientes y fundar una comunidad de trabajo compuesta de maestros y aprendices que sea capaz de crear obras arquitectónicamente completas- construcción, acabados, decorados y equipos- y que respondan en su conjunto a un mismo espíritu.” En 1996 la Bauhaus de Weimar y Dessau han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). En 2017, el comité del Patrimonio de la Humanidad amplió el patrimonio cultural de la Bauhaus, incluyendo la arquitectura y los edificios que se construyeron en el periodo de su segundo director, el arquitecto suizo Hannes Meyer.

Cuando se habla sobre los artistas de la Bauhaus, la omnipresencia de artistas masculinos se hace evidente rápidamente. Hasta el día de hoy, nombres como Itten, Feininger, Marcks, Klee, Schlemmer, Wassily y Moholy-Nagy relegan las obras de las artistas de la Bauhaus a un segundo plano. Gropius escribió explícitamente en el manifiesto Bauhaus: “Será admitida toda persona que sea respetable, sin importar edad ni género.” En sus palabras de bienvenida, Gropius incluso proclamó: “No existen diferencias entre el género fuerte y el género hermoso.” Para el año 1919, esas palabras eran enormemente progresistas. Pero, por desgracia para las mujeres de la Bauhaus, la equidad de género postulado por Gropius resultó ser una frase sin valor. Cuando en el semestre de verano de 1919 se inscribieron más mujeres que hombres en la Bauhaus, Gropius comenzó a temer que la reputación de la escuela pudiera dañarse. Como resultado de eso, exigió “una rigurosa selección inmediatamente después de la admisión, especialmente en el caso del género femenino, que está fuertemente representado en número.” Como resultado de la selección, muchas de las alumnas fueron obligadas a realizar sus estudios en la tejeduría. Oskar Schlemmer, maestro de pintura mural en la Bauhaus, evaluó despectivamente esta selección: “Donde hay lana, hay una mujer que teje, aunque que sea solo para pasar el tiempo.” Sin embargo, algunas “Bauhausfrauen”, como Lou Scheper-Berkenkamp, Marianne Brandt, Lotte Stam-Beese y Gunta Stölzl, lograron abrirse camino a través del dominio masculino, a pesar de que su trabajo recibió poca atención.

Con motivo del centésimo aniversario de la Bauhaus, el Goethe-Institut Chile quiere honrar a estas mujeres fuertes y darle a sus vidas y obras la atención que merecen.
 

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